miércoles, 3 de febrero de 2010

2 de febrero

Si mal no recordaba, tenia aun en la mente tus palabras, las letras que me declarabas a diario, mientras jugábamos a ser algo más que amigos, y en sí, formar un nuevo mundo que bajo las estrellas nos guiaba a los dos en un mismo riel, hacia un mismo anden.
Siento haber olvidado el camino, siento haberte hecho creer tantas cosas, cosas que ahora recuerdo, una a una como si hubieran sido fracciones de segundos los que me descuide de tu lado. como si en contarte los besos, los cabellos y los lunares de tu cara me hubieran llevado algunos minutos después de haberte amado hasta un julio, más confuso que mi memoria en ese entonces.


Podía verte en una imagen tan borrosa, podía ligeramente recordar el motivo, mi error y el engaño del que fuimos testigos, la manera tan absoluta y fría, dominante en cierto punto, sumada a mi mente frágil y ansiosa de conocer mas.
No se justifica, pero ahora logro comprender mil cosas, ahora que esta sensación me invade el cuerpo, el cielo cae a cristales y la soledad combinada con una angustia extraña me come el pecho, es una noche de febrero, más fría y amorfa que las pasadas, después de algunos meses, después de algunos amores, estoy aquí, intentado recordarte para darme cuenta de que fuiste, que mi presente es otro y no se me tiene permitido en mi estúpida lógica volver vía atrás, donde me olvide de lo que amaba, donde deje tirados los papeles amarillos que llevaba pegados ligeramente a la falda...

Se vuelve una noche de sensaciones extrañas, siento miedo y una soledad absoluta que me abraza bajo la luz blanca, el gotear del cielo y sus ojos verdes mirando inquieta y disimuladamente a la salida de un cuarto sin puerta, una ventana semiabierta y una silla roja, en donde tontamente relajo mi pensar. Tengo tus respiración en mi oído, Carter de fondo y muchos sentimientos encontrados que se vuelven paranoia en mis ojos, pánico en silencio y angustia clavada en mi recuerdo.

1 comentario:

ShaO dijo...

Hay noches así, de esas que si la almohada pudiera seguro nos gritaría para ubicarnos. Dicen que hay que tener de éstas para luego disfrutar de esas en las que la luna deja gotas de miel en el alféizar... quizás.
Un abrazo bien fuerte : )