Pronto te das cuenta que las prioridades son distintas,
que los sentimientos se comienzan a transmutar, vuelven como navajas desde dentro
rompiendo capa por capa aquella seguridad que creías tener sobre ti misma.
Pronto todo estará en pedazos y me volveré al espejo, desnuda y sin nigun tipo de protección...
Se avecina una tormenta...