Después de una larga década de decadencias,
decidimos darle pie a los sentimientos mas banales e impuros que pudiera yo creer y crea para ti.
Me acerque a la idea de pensar que hacia lo correcto, cuando me estaba internado en un mundo del que había logrado salir ya una vez, me deje llevar, como agua, me fundí en el cielo estrellado, en los espasmos de tu cuerpo, en mis manos frías y en un momento eufórico que nos llevo mas allá de las estrellas. Tu y yo no deberíamos pertenecer a ese lugar, no en este tiempo, no a esta hora...
Deberíamos simplemente fundirnos en polvo, llevarnos en humo, y disfrutar de no pensar en un momento indeterminado.
No volveremos a soñar, no volveremos a juntar nuestros suspiros...
Por un momento, pensar estuvo fuera de las reglas de nuestro efímero juego, de un idilio prohibido... de un momento que cambiaría todo en mi historia, en tu historia y en el respirar de alguien mas.
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