Tengo la cara notablemente hirviendo, el gesto desencajado que vengo a observar desde inicio de año ante el espejo, ojeras de diez noches y el dolor de mi estomago preso bajo mi propio peso, eso sin contar la sudadera roja, mis mejillas coloradas y mi cabello extraño al que le eh mutilado dos trenzas por seguridad. El agua me quema el cuerpo y no dejo de pensar en aquel día mientras intento dormir. Me vienen trozos de momentos que no puedo unir con claridad. Sensaciones extrañas y mi decepción de no sentirte estando conmigo. Entraste en mi cuarto oscuro azulado del que me e vuelto presa desde aquel día. Del que me eh obligado a olvidar e incluso a aceptar como algo momentáneo.
No puedo.... Muy en el fondo se que sigo ahí dentro, a tus pies y con las manos atadas por la espalda con una hilaza invisible que me e creado para no salir del momento que me vendrá a torturar hasta el día que te vuelva a ver.
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