domingo, 24 de marzo de 2013

Te prometo no mas de 10.

Pluralizando todas las ideas de quererte me encontré en una tarde como estas bajo el cielo atestado de nubes ardiendo. Me dirigí con mala a gana a unos bocetos sin terminar, me escurrí en pensar cuanto mas estaría de aquella forma. Esperando que llamaras, fueron cientos los segundos que pasaron y de pronto apareciste como si mi deseo ardiente y aquellas nubes calientes pudieran decírtelo  No pretendo terminar de esta manera, pero te prometo que no volverá aquel el día en el que te conté mi fantasía de volar y volar sin caer nunca. Tal vez ahora lo entiendas, cuando veas que no he terminado bajo las nubes y el café yace frío bajo el sillón que nos costo años traer hasta aquí.

Para los dos, como ahora, como nunca, como siempre.
 Te prometo un viaje eterno en aquella nube con forma de corcel.
Te prometo un beso a la salida y otro al llegar a dormir.
Te prometo una vida de problemas, un lugar para reír y otro para leer juntos...
Te observo por el rabillo del libro y finges estar mas interesado en las letras que en mi cabello
nadando al viento, alejándose con sustento...
te prometo mis ojos, mis ganas
las letras
y mil
po
em
a
s
.
.
.

miércoles, 20 de marzo de 2013

...

Procuro no verte a deshoras
y pensar que te sientes ocupado
y enormemente distante de lo
que no me hiciste sentir. Derivo y
destilo oportunidades que me
provocan una sed que no pretendo calmar
una sed que me revienta el tacto.
Me hace buscarte por los patios y
rendirme ante las infinitas posibilidades
de volverte a ver. Ante tu escritorio
en mis momentos sollozantes y verte
una ves mas correr hacia mi con
el único deseo de tenerme entre tus brazos.
Acalorada, fría, mientras me calmo
a sollozos lentos y largos. Me haces
sentir tu respiración sobre mi pecho
entre tus brazos no puedo pensar en
nada mas que tu cabello negro en mi
mejilla. Tus ojos en la pared y mi
cabeza sobre tu hombro. No me dejo
acostumbrarme a tu abrazo... me
mata, me ataca
y me hace pensar que
no te he visto en un
largo tiempo.

domingo, 17 de marzo de 2013

In a far away Castle...

Atrapada, inminente, misericordiosa a cualquier suplica suspicaz de en tu imaginación. Me pasé horas sentada sobre mi sillón de media noche, frente a la mesita donde reposaba urgente una tacita de café recién comprada, me quede alrededor de dos horas inmóvil  contemplando aquella escena que me retrataba en el momento justo en el que mi imaginación se había ido de mi cuerpo a una historia que corría en el siglo XVII, me deje perder, me entregue a mi mente para no volver en horas. Estuve lejos, distante, atrapada y feliz.

Podría por favor, no volver en días?