domingo, 17 de marzo de 2013

In a far away Castle...

Atrapada, inminente, misericordiosa a cualquier suplica suspicaz de en tu imaginación. Me pasé horas sentada sobre mi sillón de media noche, frente a la mesita donde reposaba urgente una tacita de café recién comprada, me quede alrededor de dos horas inmóvil  contemplando aquella escena que me retrataba en el momento justo en el que mi imaginación se había ido de mi cuerpo a una historia que corría en el siglo XVII, me deje perder, me entregue a mi mente para no volver en horas. Estuve lejos, distante, atrapada y feliz.

Podría por favor, no volver en días?