De cualquier manera en el libro estaría escrita tu partida con anterioridad, esa manera tan errante de cambiar el rumbo con o sin consentimiento de los demás, caminando con las masas de los cerebros de otros rasgando la putrefacta existencia de momentos que no debieron haber ocurrido en estas historias, mi alma aun no deja de escribir y esa afección por los cráneos y ojos amorfos me hace más áspera a sentimientos ajenos a los míos. Me vería si bien pintada en una historia, en una pequeña historia lejos de aquí, seríamos los protagonistas de un futuro lleno de promesas, recuerdos y engaños que nos terminarían jodiendo tarde o temprano. No lo sé. Tal vez nos precipitamos a comenzar a escribirlo.
Como siempre.
Como siempre.
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