Despertó de su sueño profundo con todas las de perder, con mil historias atrapadas en el pensamiento y cientos mas tiradas en un piso casi inexistente para ella. Recordaba que tenia cosas importantes que hacer, importantes para el mundo en el que vivía pero para ella no, para ella lo único importante era vivir, vivir sin preocupaciones, sin estar atada a la cadena perpetua de una vida trabajando para poder respirar... deseaba enormemente que las dos causas fueran opuestas, que no necesitase nada mas que papel y tinta para poder existir. Su café contaba secretos, su boca desbordaba silencio y sus oídos podían escuchar el viento a lo lejos, jugar con su cabello, rondar por sus oídos sin causar nada mas que un eco tan profundo como su mirada en el papel.
Ojala todo funcionara tan simple como el hecho de poner tinta en un espacio determinado de momentos. Tan fácil como poder ver la luna a cuestas de sus historias encaramadas a una almohada que había recordado su cabello oscuro, sus ojos negros sobre el techo y una imagen medio borrosa saliendo por la puerta varios días atrás. Ojala algún día todo esto se pudiera terminar, para comenzar a vivir...
para poder por fin existir.
"En las más profundas horas de la noche, confiesa a sí mismo que iba a morir si se le prohibia escribir.
Y mira profundamente en su corazón, donde se extienden sus raíces, la respuesta, y te preguntas ¿debo escribir?"
Rainer Maria Rilke